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RECICLAJE
BMW sigue una filosofía de reciclaje sostenible y ecológico a lo largo del proceso de desarrollo y producción, así como al final de la vida útil de todos sus vehículos.
Desde las primeras etapas de desarrollo y producción del vehículo, BMW se plantea lo que sucederá una vez que el vehículo haya alcanzado el final de su vida útil, sentando así las bases de un reciclaje ecológico y eficiente de los materiales empleados en el vehículo. BMW garantiza, en la medida de lo posible, la fácil separación de los diferentes materiales para su posterior reciclaje. Así pues, ya desde sus orígenes, cada BMW se fabrica con la idea de que tenga el menor impacto medioambiental posible.
El planteamiento de BMW consiste en reducir al mínimo los efectos negativos sobre el medio ambiente a través de soluciones tecnológicas inteligentes. Esto abarca desde las primeras etapas del proceso de desarrollo del producto hasta la transformación final y la reutilización de materiales al final de la vida útil del vehículo.
A la hora de desarrollar nuevos vehículos, los ingenieros de BMW se
aseguran de que cada componente está diseñado de la manera más ecológica y sostenible posible. La idea consiste en hacer el uso más eficiente posible de las materias primas y de la energía y en reducir al máximo los residuos generados. Siguiendo el principio de "diseño para el reciclaje", en el diseño se priorizan los materiales que pueden producirse de manera más limpia y eficiente y que posteriormente pueden reutilizarse y reciclarse.
El reciclaje de vehículos al final de su vida útil resulta más eficiente
cuando los componentes y materiales empleados se pueden separar y reutilizar directamente. Por ejemplo, algunos componentes se pueden reutilizar para desempeñar su función original en un vehículo diferente: los motores, la caja de cambios y otros componentes de grandes dimensiones se pueden reacondicionar de modo que puedan aprovecharse como repuestos.
Esto se conoce como "reciclaje de alto valor". Por el contrario,
en el "reciclaje de materiales", se separan los diferentes tipos de
materiales, como vidrio, policarbonatos o aluminio, y se transforman para crear materias primas recicladas, que pueden emplearse posteriormente como fuentes de energía o para la fabricación de nuevos productos. Un ejemplo de ello son los pasos de rueda interiores de los nuevos vehículos, que se han fabricado a partir de materiales sintéticos reciclados.
El concepto integral de reciclaje de BMW es una de las razones por las que la empresa ocupa uno de los primeros puestos en el índice Dow Jones de sostenibilidad, un índice financiero que recoge las empresas con un compromiso de sostenibilidad demostrado en el desarrollo de sus actividades.