El cálculo tiene en cuenta el consumo y la potencia de carga. Las cifras hacen referencia a una temperatura ambiente y de arranque de batería de 29-33 ºC con valores de certificación, excluyéndose elementos auxiliares que consumen energía, como la calefacción integrada en los asientos, las pantallas o el aire acondicionado. El consumo individual puede variar (dependiendo, por ejemplo, del perfil de conducción, la temperatura o las condiciones ambientales), así como la potencia de carga individualmente alcanzable (según, por ejemplo, el nivel de la batería o la climatización del vehículo). Para el consumo, se toma como base el caso más favorable de WLTP. La base de la potencia de carga es la potencia máxima posible (dependiendo del tipo de carga y del vehículo).
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