LUCES AUTOADAPTABLES

Las luces autoadaptables dirigen el haz de luz en la dirección de la curva y garantizan una mejor visibilidad y una mayor seguridad en conducción nocturna por carreteras sinuosas. Los sensores miden la velocidad, el ángulo de giro y la guiñada (grado de rotación en torno al eje vertical). En función de esta información, los pequeños motores eléctricos giran los faros hacia la derecha o la izquierda de manera que el haz se proyecta sobre la carretera y te guía en la curva. La regulación variable del alcance (función específica del modelo) significa que los faros delanteros se elevan a gran velocidad y se bajan a velocidades más bajas, lo que se traduce en un haz de luz más amplio para la conducción por la ciudad. La regulación adaptativa del alcance (función específica del modelo) tiene en cuenta la inclinación de la carretera. La regulación del alcance baja los faros cuando el vehículo sube una pendiente y los eleva cuando este baja. El resultado: todas las curvas se iluminan y no se deslumbra innecesariamente a los conductores de los vehículos que se aproximan en dirección contraria. Conducir de noche es aún más seguro, especialmente cuando la visibilidad es insuficiente. Las luces autoadaptables se activan durante el arranque del vehículo. Permanecen apagadas si el BMW va marcha atrás y cuando se gira el volante a la izquierda mientras el vehículo está parado (por ejemplo, al salir de una plaza de aparcamiento en paralelo) para evitar deslumbrar al tráfico que viene de frente. Las luces autoadaptables se complementan con luces de giro. Estas se encienden automáticamente a velocidades de hasta 70 km/h y aumentan la visibilidad en las inmediaciones del vehículo, lo cual resulta útil cuando se conduce por curvas muy cerradas, al girar o al estacionar.